Una de las características más importantes del Renacimiento fue el resurgir de la música instrumental que hasta entonces había estado marginada. Ahora poco a poco irá ganando prestigio y relevancia debido en gran medida a la laicización de la música promovida por el pensamiento humanista. Por primera vez en la historia se va a componer música instrumental pura, sin ningún otro fin que el deleite del oído. Este tipo de música evolucionará en campo profano ya que la Iglesia continúa con su prohibición del uso de instrumentos en los actos religiosos.
Otro aspecto importante es que con la invención de la imprenta se van a difundir muchos libros con partituras y teoría musical, por lo que mucha gente va a poder acercarse al mundo de la música y aprender a tocar un instrumento.
Podemos hablar de cuatro apartados en los que clasificar la música del Renacimiento:
- PIEZAS ADAPTADAS DE OBRAS VOCALES: Son obras que primitivamente estaban escritas para varias voces y que serán adaptadas para poder interpretarlas con instrumentos polifónicos como el órgano y otros instrumentos de teclado. Destacan en este grupo formas como el ricercare o la canzona.
- PIEZAS BASADAS EN LA IMPROVISACIÓN: Estas piezas podían ser de dos tipos: o bien se improvisaba a partir de una melodía dada o se improvisaba sin ningún tipo de referencia, inventando todo sobre la marcha. A este tipo de música corresponden géneros como la fantasía o la toccata.
- PIEZAS BASADAS EN LA VARIACIÓN: Se trata de que el intérprete parte de un tema sencillo que va repitiendo sucesivamente incorporando variaciones de todo tipo. Dentro de este grupo destacan las diferencias; éste fue el nombre que recibió en España el tema con variaciones en el cual destacó el compositor español Antonio de Cabezón.
- PIEZAS CREADAS PARA LA DANZA: Para este tipo de música vamos a crear una apartado especial titulado la danza renacentista.
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