Nada es por casualidad: el Calendario (1ª PARTE)

Vivimos el día a día sin darnos cuenta que la mayoría de las palabras, expresiones y terminología que usamos fueron inventadas en tiempos de la antigua Grecia o en Roma.

Para empezar, la configuración de nuestro calendario de 12 meses y 365 días lleva instaurado desde el siglo I a.C. cuando Julio Cesar (sí, el de los comics de Asteríx), modificó el anterior calendario de 355 días. Este calendario pasó a llamarse "Giuliano" y sigue vigente hoy en día.

Pero algo mucho más curioso ocurrió 5 siglos antes, cuando el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, añadió 2 meses a un calendario que tenía tan sólo 10, donde el año comenzaba en Marzo (en honor a Marte) y que se regía por días lunares. Este tipo de calendario provenía de civilizaciones matriarcales, como en Creta, donde el tiempo se contaba por las fases de la luna al igual que el ciclo de las mujeres.

Volviendo a Numa Pompilio, como decía, añadió el mes de Ienarius en honor al dios Juno y Febrarius en honor al dios Februs, dios de las purificaciones. De esta manera se acababa el año purificándose y se comenzaba el año en la Prima-vera que es cuando comienza la vida a resurgir de nuevo, algo que es mucho más lógico ya que en Enero todo está muerto aún.

De hecho los nombres de los meses Septiembre (séptimo), Octubre (octavo), Noviembre (Noveno) y Diciembre (décimo), estaban instaurados debido a su colocación en el calendario.

Pero ocurrió un acontecimiento determinante que lo modificó para siempre, este hecho está narrado en la entrada "el calendario. segunda parte"

En definitiva, los romanos tenían muy bien controlado el tiempo, por ello había días "fastos" y días "nefastos", días de "otium" y días de "negotium" (que significa lo contrario de ocio), por eso la hora sexta del día hoy es la hora de la "siesta" y muchas otras más que están en nuestras vidas y no somos conscientes porque las usamos diariamente y son anteriores a muchas otras tradiciones que creemos antiguas, y no son más que simples adaptaciones o burdas copias de la pura y bella cultura clásica.