Perseo, el héroe de las estrellas.

En estos días estivales leemos en los medios de comunicación noticias sobre la lluvia de estrellas llamada "las Perseidas", también llamadas "las lágrimas de San Lorenzo" dada la coincidencia de fechas con la festividad de este santo. 

Supongo que habrá gente que no sabrá por qué estas estrellas fugaces son llamadas con este nombre. Esta nomenclatura la reciben por aparecer cerca de la constelación de Perseo. 

Esta constelación en forma de K, que podemos observar en hemisferio norte, se encuentra a la derecha de la constelación de Cassiopea muy fácil de reconocer por su forma de W. La colocación de las estrellas representa a Perseo agarrando la cabeza de la górgona Medusa.

En lo que respecta al mito, Perseo fue uno de los grandes héroes griegos pero a diferencia de Aquiles o Ulises, él nunca buscó tener una vida excepcional.
Era un semidiós, hijo de Dánae y del dios Zéus, quien no tuvo más remedio que ir en busca de la cabeza de Medusa porque su madre se sintió incómoda por las insinuaciones que no deseaba del rey de la isla donde vivían, por lo que el joven aceptó el desafío que lanzó este molesto pretendiente.

Perseo no aceptó esta peligrosa misión porque deseara adquirir gloria personal, sino porque amaba a su madre y estaba dispuesto a arries­gar su vida para protegerla.

Zeus decidió ayudar a su hijo, pidió ayuda a los dioses Atenea y Hermes. Hermes le dio una espada con la que poder cortar la cabeza de Medusa, esta espada no podía romperse ni doblarse, mientras que Atenea le regaló un brillante escudo y le aconsejó sobre las tareas que tendría que realizar. Con la ayuda de estos objetos logró introducirse en la residencia de las gorgonas. Usando el escudo como espejo logró cortar la cabeza de Medusa sin tener que mirarla. Posteriormente de la sangre de Medusa nació Pegaso, el caballo alado.

A la vuelta de su viaje Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, lugar donde había sido dejada por sus padres Cefeo y Casiopea para ser devorada por el monstruo marino Ceto. Perseo se enamoró de Andrómeda por lo que la liberó y mató al monstruo, convirtiéndolo en coral al mostrarle la cabeza de Medusa.

Esta es, a simples rasgos y sin muchos detalles de personajes que aparecen en la historia de Perseo, su leyenda

Una historia de un hombre, que siendo un semidiós tan sólo quiso ser un hombre normal.