Un polémico cambio de hora

En la madrugada del próximo Sábado al Domingo, último del mes, cambiaremos de nuevo nuestros relojes, retrasándolos una hora para adaptarnos al horario oficial de invierno, tal y como lo venimos haciendo desde 1974 para que supuestamente haya un ahorro energético.

Pero, ¿de verdad supone el cambio de hora un ahorro para nuestros bolsillos?
Pues los estudios realizados por la Comisión Europa parecen indicar que sí, al igual que, en nuestro país, las informaciones del IDAE indicando que el potencial de ahorro en iluminación en España puede llegar a representar un cinco por ciento de nuestro consumo eléctrico, lo que equivale a unos 300 millones de euros. Sin embargo existen bastantes organizaciones que se cuestionan esto.

Por ejemplo WWF. según Georgios Tragopoulos, técnico de Eficiencia Energética de esta organización opina que

Son muchos los estudios que dudan de su eficacia. Cuando en otoño se retrasa el reloj, las empresas y familias que madrugan necesitan una hora menos de iluminación por lo que, si son negocios de horario matutino, el ahorro existe. Sin embargo, las familias se encontrarán con que la oscuridad llega a sus casas una hora antes de lo habitual, y gastarán por la tarde esa hora de iluminación ahorrada por la mañana.

Tampoco dejan de gastar las empresas y oficinas que trabajan después de las seis de la tarde. Además muchos comercios abren a las diez de la mañana, por lo que no habrán ahorrado y requerirán una hora más de gasto por la tarde. A ellos, el cambio de hora les perjudica

A mi juicio el cambio no es un gran avance en cuanto a mejora de calidad de vida para las personas. Es cierto que para la gente que debe coger su coche por la mañana para ir a trabajar es mejor hacerlo una hora más tarde debido sobre todo a las bajas temperaturas de invierno que hace mucho más peligrosa la conducción.

Por otro lado creo que es bastante deprimente tener que encender las luces a las 5:30 de la tarde porque está anocheciendo, esto hace también que la gente entre antes a su casa y el consumo en bares, restaurantes y comercios descienda, por lo que la relación consumo-gasto energético sería para estudiarla.